Hace apenas una semana, Madrid se encontraba en una situación crítica: el mes con más lluvias registrado hasta la fecha había elevado el nivel del Manzanares a niveles alarmantes, poniendo en riesgo zonas urbanas y importantes nudos de comunicación. Esta histórica inundación estuvo a punto de desbordar la ciudad, lo que hizo que muchos ciudadanos contuvieran la respiración.

En medio de este caos gestionado, Belén Benito, directora de Operaciones del Canal de Isabel II y la primera ingeniera de caminos en participar en el programa La Revuelta, fue la invitada especial de anoche. Con una mezcla de humor, rigor científico y sentido común, compartió sus conocimientos sobre la importancia del agua y los pantanos para la ciudad.

Un momento destacado del programa fue cuando la ingeniera presentó a David Broncano un regalo bastante peculiar: una botella de agua del grifo de Madrid. "Agua de Madrid", aclaró, mientras subrayaba que muy pocas personas tienen acceso a este tesoro hídrico. Sin embargo, tras un sorbo del presentador, una parte del líquido terminó en su camisa y el suelo, lo que llevó a Benito a expresar su indignación: "Estoy a punto de llorar", se quejaba, enfatizando la importancia de no desperdiciar este recurso vital.

Broncano, en un intento de hacer las paces con la situación, buscó recoger lo que se había derramado, pero Benito aprovechó el momento para lanzar un mensaje serio: "No nos pongamos a derrochar porque ahora haya llovido mucho (...) debemos cambiar nuestra mentalidad respecto al agua". Este llamado a la conciencia recibió una gran ovación tanto en el estudio como en las redes sociales.

Durante la entrevista, Benito también relató las tensiones vividas en las últimas semanas, con constantes monitoreos de los ríos Lozoya, Manzanares, Jarama y Henares. Gracias a la gestión adecuada de sus pantanos, el Canal de Isabel II logró evitar desastres mayores, mostrando la importancia de una infraestructura bien mantenida.

El paso de Benito por La Revuelta no solo cautivó a la audiencia, que alcanzó los 1,7 millones de espectadores, sino que también dejó un mensaje claro: la gestión del agua es vital. La celebración al final del programa, con pancartas estilo hinchas deportivos, dejó en claro que el público estaba completamente a favor de una mayor concienciación sobre el uso del agua. ¡No podemos permitir que el pánico por el agua se convierta en desinterés! Eso es algo que Madrid no puede permitir.

¡Por el futuro de nuestros ríos, debemos actuar ya!