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«La golpeé demasiado»: comienza el juicio por la trágica muerte de Sara Sharif, una niña de 10 años presuntamente asesinada por su propia familia

2024-10-16

Autor: Francisco

El caso de Sara Sharif, una niña de solo 10 años cuyo cuerpo fue hallado en su hogar, ha conmocionado a Gran Bretaña y el mundo entero. Apenas un día antes de que se encontrara su cuerpo sin vida, su padre, el taxista de 42 años Urfan Sharif, su madrastra de 30 años Beinash Batool, y su tío de 29 años Faisal Malik, abandonaron el país rumbo a Pakistán junto con otros cinco hijos de Sharif, intensificando las sospechas en torno a su implicación en el siniestro suceso.

Los tres familiares enfrentan cargos de causar o permitir la muerte de la pequeña, pero han negado cualquier responsabilidad, optando por culparse mutuamente. Este lunes marcó el inicio del juicio, donde el fiscal Bill Emlyn Jones expuso al jurado las inquietantes declaraciones hechas por Urfan Sharif a la policía británica desde Pakistán: «Utilizó una expresión que puede sonar extraña. Dijo: 'La castigué legalmente y murió'». Además, el fiscal reiteró que Urfan admitió haber golpeado a Sara: «La golpeé. No era mi intención matarla, pero la golpeé demasiado».

La autopsia realizada a la menor reveló escalofriantes detalles sobre su estado. Se hallaron signos de traumatismo craneoencefálico, quemaduras por escaldadura en la parte interna de sus tobillos y varias marcas de mordeduras, aparentemente humanas. También presentaba múltiples fracturas en la columna vertebral, costillas y otros huesos, evidencias de un abuso prolongado y sistemático.

Curiosamente, la madrastra, Batool, se ha negado a proporcionar una impresión dental para compararla con las marcas encontradas en el cuerpo de Sara, lo que ha levantado más sospechas entre los investigadores.

Los oficiales hallaron el cuerpo de Sara en la casa vacía de su familia, tras recibir una angustiadora llamada de emergencia de Urfan Sharif, quien se identificó como su padre. Junto al tristemente famoso cadáver, fue encontrada una nota desgarradora que decía: «Te quiero, Sara». En la nota, Urfan confesó: «Soy yo, Urfan Sharif, quien mató a mi hija a golpes. Estoy huyendo porque tengo miedo, pero prometo que me entregaré y recibiré mi castigo. Juro por Dios que mi intención no era matarla, pero la perdí». Un perito calígrafo ha confirmado que la escritura corresponde a Urfan Sharif.

El fiscal argumentó que Urfan, Batool y Malik «jugaron un papel en la violencia y el abuso que resultaron en la muerte de Sara». Por el momento, los tres se niegan a asumir responsabilidad, intentando desplazar la culpa entre sí. Urfan acusa a su esposa Batool de ser cómplice, mientras que Batool alega que Urfan era un «disciplinador violento» al que temía. Malik, por su parte, sostiene que no tenía conocimiento de ningún abuso o violencia en el hogar.

El juicio ha despertado un gran interés mediático y ha suscitado un debate sobre la violencia familiar y la protección de los menores, reflejando la necesidad urgente de salvaguardar a los niños en situaciones de riesgo. Las revelaciones sobre la vida de Sara han conmocionado al público y han planteado interrogantes sobre cuántas historias similares quedan en la penumbra. La pregunta es: ¿qué medidas se deben tomar para garantizar que no haya más Saras en el futuro?