Era solo cuestión de tiempo. Desde que la princesa Leonor ingresó en agosto en la Escuela Naval Militar de Marín, donde su padre también completó su formación, un paparazzi se ha convertido en su sombra, buscando captar imágenes exclusivas de la heredera al trono español. Su persistente vigilancia dio frutos el pasado 6 de marzo en Uruguay, donde se publicaron fotografías en la revista Diez Minutos mostrando a la giovane disfrutando de un día de playa en bikini cerca de Montevideo junto a 30 guardiamarinas.

Los hechos se desarrollaron de la siguiente manera: tras llegar al Hotel Esplendor by Wyndham Montevideo Cervantes, donde se habían reservado habitaciones para descansar durante la escala, los guardiamarinas disfrutaron de su tiempo libre. La Armada permite a sus integrantes pernoctar donde deseen en su tiempo libre y, aun así, ellos pasan el 75% del tiempo a bordo del buque Sebastián Elcano.

Con el 'check in' completo, los guardiamarinas se dirigieron a las aguas cristalinas de la playa de La Mulata. Las imágenes capturadas por el paparazzi sugieren que fueron tomadas a una distancia considerable. Mientras algunos se bañaban en el mar, otros optaron por relajarse en un chiringuito. Las fotos publicadas muestran a Leonor entretenida en una conversación con un compañero, mientras disfruta de un refrescante baño.

Horas más tarde, Leonor regresó al hotel para cambiarse y asistir a una recepción en la embajada española en Montevideo, acompañada de un compañero que causó revuelo en las redes sociales debido a su parecido físico con el joven con quien charlaba en el agua. Esto avivó rumores sobre un posible romance, aunque las diferencias en su apariencia física evidencian que no es la misma persona.

A bordo del Elcano, hay un total de 76 guardiamarinas, de los cuales solo 9 son mujeres. Esto ha llevado a que la princesa esté rodeada mayormente por hombres durante su formación. Su presencia en el barco ha sido foco de atención, especialmente durante su parada en Salvador de Bahía, Brasil, donde circuló un rumor sobre un beso con un guardiamarina durante el carnaval. Sin embargo, la falta de pruebas llevó a que la familia del joven sufriera la invasión de medios frente a su casa en el norte de España.

Zarzuela ha estado muy activa protegiendo la privacidad de la heredera, dado que los momentos de descanso a bordo han representado un desafío. En una ocasión, la Casa Real optó por tomar acciones legales contra un centro comercial en Chile que difundió imágenes de la princesa dentro de sus instalaciones, argumentando que fue una violación de la normativa vigente. Esta búsqueda de privacidad se vuelve aún más relevante en una era donde la vida de los miembros de la realeza es constantemente bombardeada por los paparazzis.

Es evidente que la figura de la princesa Leonor se consolidará como un tema recurrente en el ojo público. Mientras ella se adentra en su formación y vida en la Armada, los rumores y la atención mediática solo parecen crecer. ¿Qué más ocurrirá en los próximos meses? Lo único seguro es que la historia de la princesa sigue desarrollándose y no deja de sorprender.