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Los presidentes de la Generalitat y el 12-O: ¿Puede la participación de Illa cambiar la narrativa?

2024-10-12

Autor: Antonio

El desfile militar del día de la Hispanidad en Madrid mantendrá una liturgia similar a la de años pasados, pero cada conmemoración tiene su propia carga política. Este sábado, la atención estará en la plaza de Neptuno, donde estarán presentes el rey Felipe VI, la reina Letizia, el presidente Pedro Sánchez y varios presidentes autonómicos, incluyendo al de Cataluña, Salvador Illa, quien representará una notable vuelta a la participación activa en estos festejos después de 14 años de ausencia. Este acto se enmarca en un intento de "normalización" de las relaciones entre el Govern y el Gobierno español, tras un largo periodo de tensión relacionado con el proceso independentista.

Desde el restablecimiento de la institución catalana, han predominado las actitudes de "nada que celebrar" en cada conmemoración del 12 de octubre. Sin embargo, con la llegada de Illa y su decidida intención de asistir al desfile militar y a la recepción en el Palacio Real, se busca iniciar un nuevo capítulo que podría marcar un cambio significativo en las relaciones entre Cataluña y el resto de España.

Illa ya había comenzado a sentar las bases de este cambio en su visita a la Zarzuela el pasado 18 de septiembre, un gesto que se interpreta como un intento de acercar posturas tras años de confrontación con los anteriores presidentes independentistas. Es importante recordar que desde 2010, cuando gobernaba José Montilla, ningún jefe de la Generalitat había estado presente en la celebración del Día de la Hispanidad en Madrid.

El ambiente en el desfile es anticipado con cierto recelo, ya que en años recientes han resonado los abucheos hacia el presidente Sánchez, especialmente provenientes de la derecha. Esta situación ha motivado a Illa a expresar la importancia de estar presente y apoyar al presidente del Gobierno en un contexto donde la mayoría de los presidentes autonómicos son del PP.

El trasfondo político también se ha visto marcado por un acalorado debate en el Congreso relacionado con la reforma legal que podría beneficiar a ciertos presos, creando un clima de tensión adicional entre partidos. En este contexto, la mayoría de los miembros del Govern y del PSC no participarán en la manifestación convocada en Barcelona por la entidad Cataluña Suma, que ha atraído a figuras destacadas de PP, Vox y Ciudadanos.

Históricamente, el 12 de octubre ha sido una jornada fuertemente marcada por la retórica independentista. El actual presidente, Pere Aragonès, se ha abstenido de participar en cualquier celebración de esta fecha, considerándola como "efeméride de un genocidio". En contraste, su predecesor Quim Torra, durante los momentos más intensos del proceso independentista, evitó cualquier acercamiento al Rey y buscaba tratar el día como uno normal de trabajo.

Por otro lado, el ex presidente Carles Puigdemont tuvo un inicio notable durante su mandato, aunque el año 2017 marcó un punto de inflexión tras el referéndum del 1-O, donde se percibió un claro distanciamiento del monarquía. Artur Mas, también ex presidente, dejó de asistir a estas conmemoraciones, una decisión que reflejaba la creciente brecha entre Cataluña y el resto de España.

Mientras tanto, José Montilla, quien tuvo un papel en la Generalitat entre 2003 y 2010, mostró una participación más activa comparado con sus sucesores, pero enfrentó críticas que afectaron su relación con sus socios de Gobierno.

Con cada cambio de presidente, las dinámicas en torno al 12 de octubre han evolucionado, reflejando las tensiones políticas y la búsqueda de reconocimiento dentro del marco del Estado. Con Illa, Cataluña podría estar ante una oportunidad única para cambiar la narrativa y construir puentes en un momento de polarización. ¿Logrará Illa dotar de un nuevo significado al 12-O para su comunidad y el país?