
Medicamentos Sin Receta y Anfetaminas: El Consumo Silencioso en Jóvenes para Estudiar y Afrontar el Estrés
2025-03-28
Autor: Francisco
Con la llegada de la temporada de exámenes, los estudiantes inundan bibliotecas y cafés, sumergiéndose en el estudio y el estrés. "Me di cuenta de que estaba más estresado, me costaba concentrarme", confiesa Ángel Zaragoza, un estudiante de 19 años de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Otro estudiante, Cristina Acosta, de 21 años, dice en tono de broma: "Sobreviví a base de café, tabaco y llorar". Mientras tanto, Lucía Camaño, de 19 años, admite que se siente abrumada, tratando de gestionar todo a la vez. Con tazas de café, bebidas energéticas y pastillas de cafeína a su alcance, los jóvenes buscan aliviar el cansancio y mantenerse alertas.
La mayoría de los consultados niega recurrir a sustancias más serias para estudiar. Tatiana Ramírez, estudiante de diseño audiovisual, asegura que nunca ha tomado medicina para concentrarse, pero reconoce que algunas amigas sí lo hicieron para la EBAU, concluyendo que esto es un secreto a voces: "Yo no, pero conozco a gente que sí lo ha hecho". Las sustancias estimulantes más comúnmente utilizadas en el ámbito académico son los metilfenidatos y las anfetaminas.
Algunos de estos fármacos se prescriben a pacientes con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), lo que lleva a algunos a creer erróneamente que ellos también pueden beneficiarse de su uso. Un estudio de 2014 en Canadá reveló que un 20% de los estudiantes universitarios había probado drogas para mejorar su rendimiento. En Australia, otra investigación de 2018 documentó un uso similar entre estudiantes. Sin embargo, un análisis advirtió que el uso de Ritalin por personas sin TDAH puede provocar alteraciones químicas en el cerebro, así como conductas de riesgo y problemas de sueño.
La Encuesta Europea de Salud (2020) revela que el 6,83% de la población española de 15 años o más ha consumido medicamentos sin receta en las últimas dos semanas, aunque no se tiene información específica sobre el uso entre jóvenes que se automedican con fármacos destinados a otros tratamientos. El término "smart drugs" (drogas inteligentes) ha ganado popularidad en el mundo digital, pero esto es un mito, según Juan Carlos Leza, catedrático de Farmacología en la UCM: "Los fármacos no son inteligentes. Esa terminología no tiene soporte científico".
Ejemplos comunes como el metilfenidato (Concerta y Atenza) y el modafinilo (Modiodal) estimulan el sistema nervioso central, pero no mejoran las funciones cerebrales por sí mismas. Lucía Hipólito, catedrática de Farmacia en la Universidad de Valencia, advierte que el consumo de estas sustancias, con o sin receta, no es inofensivo. Puede agravar condiciones como la ansiedad o el estrés previo, y los efectos a largo plazo son inciertos.
Destaca el caso de Ángel, quien, por prescripción médica, utiliza Elvanse para ayudar con su TDAH. Él menciona sentirse más concentrado, pero también admite el consumo ocasional de marihuana. Otros jóvenes recurren a Internet para comprar estos medicamentos, a menudo en la deep web. Marcos, un estudiante de 20 años que toma Rivotril sin receta, reconoce que lo obtiene de un conocido.
La Encuesta sobre Alcohol y Drogas en España resalta que el alcohol, tabaco y fármacos sedantes han sido los más consumidos en el último año por personas de 15 a 64 años. Es significativo que el 2,90% de la población ha consumido relajantes o tranquilizantes sin receta. La AEMPS supervisa la venta de estos medicamentos en línea, pero no tiene autoridad sobre las páginas de la deep web.
Recientemente, la AEMPS anunció problemas en el suministro de medicamentos para TDAH, específicamente aquellos de liberación prolongada con metilfenidato, lo que podría acentuar la búsqueda de estas sustancias por algunos jóvenes desesperados.
Los efectos adversos del uso sin supervisión médica oscilan entre dolores de cabeza, insomnio y anorexia, siendo algunos peligrosos e inmediatos. Además, se advierte sobre la posible tolerancia, donde los usuarios necesitan dosis cada vez más altas para obtener el mismo efecto. Esto implica riesgos serios, como subraya Alessandro Massaro, doctor en Psicología Clínica.
Fouce, presidente de Psicólogos sin Fronteras, agrega que las drogas pueden explotar vulnerabilidades personales y engañosamente producir gratificación, dificultando su abandono después. Las alternativas más seguras, como los nootrópicos (cafeína, ginseng, ginkgo biloba, omega-3), carecen de receta y pueden promover mejoras en el rendimiento y la memoria.
Es vital promover hábitos saludables, como dormir bien, hacer ejercicio regular y meditar. La especialista Lucía Hipólito enfatiza que contar con estrategias de afrontamiento y aceptar el fracaso como una oportunidad de aprendizaje es fundamental para el bienestar de los jóvenes en períodos de estrés.