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¡Polémica en Reino Unido! Proponen inyecciones adelgazantes para desempleados obesos

2024-10-15

Autor: Carmen

Introducción

El primer ministro británico, Keir Starmer, ha lanzado una propuesta que podría cambiar drásticamente el enfoque del país respecto a la obesidad y el desempleo. Durante una reciente entrevista con la BBC, Starmer enfatizó que la idea de recetar inyecciones para la pérdida de peso no solo beneficiaría a aquellos que enfrentan problemas de salud debido al sobrepeso, sino que también podría revitalizar la economía británica y reducir la carga en el Servicio Nacional de Salud (NHS). ‘Este fármaco será muy útil para quienes quieren y necesitan perder peso. Es fundamental para la economía, porque ayudará a las personas a regresar al trabajo, y nuestro NHS se verá menos presionado al disminuir los problemas de salud vinculados con la obesidad’, declaró el primer ministro.

Comentarios del Ministro de Sanidad

La polémica propuesta ha cobrado fuerza tras los comentarios del ministro de Sanidad, Wes Streeting, quien ha defendido los beneficios de inyecciones como Mounjaro y Ozempic, que imitan una hormona responsable de reducir el apetito, ayudando a las personas a sentirse satisfechas durante períodos más prolongados. En un artículo de opinión en 'The Telegraph', Streeting reveló que las enfermedades relacionadas con la obesidad cuestan alrededor de 11 mil millones de libras al año (aproximadamente 12.5 mil millones de euros) al NHS, una cifra alarmante que supera el costo de las enfermedades provocadas por el tabaquismo.

Costos económicos de la obesidad

La propuesta busca hacer frente a un problema que afecta no solo la salud pública, sino también la productividad laboral. Según Streeting, los empleados obesos tienden a ausentarse cuatro días más al año en comparación con sus colegas de peso saludable. Además, una gran cantidad de estos trabajadores se ven obligados a abandonar el mercado laboral por completo debido a complicaciones médicas relacionadas con su peso, lo que representa un costo anual de 74 mil millones de libras (aproximadamente 83.9 mil millones de euros) por pérdida de productividad y problemas de salud.

Inversión y estudios

Para implementar esta estrategia ambiciosa, el gobierno ha asegurado una inversión de 279 millones de libras (unos 316 millones de euros) de la farmacéutica Lilly, destinada al desarrollo de nuevos tratamientos y estudios sobre cómo estas inyecciones pueden impactar en el desempleo. Un estudio de cinco años liderado por Health Innovation Manchester y Lilly se llevará a cabo en Manchester para evaluar el efecto del medicamento Mounjaro en la reintegración laboral de quienes lo consuman y en la reducción de la demanda de servicios del NHS. Se espera que cerca de 250.000 personas reciban estas inyecciones en los próximos tres años, aunque las autoridades advierten que su disponibilidad será gradual.

Una estrategia amplia

Este enfoque innovador se enmarca en una estrategia más amplia para mejorar la salud pública. Durante una cumbre internacional de inversiones, Starmer anunció que Lilly también desarrollará aplicaciones móviles para ayudar a los pacientes a controlar su peso y explorará la posibilidad de establecer una base de producción en el Reino Unido. Según el responsable de Ciencia y Tecnología, Peter Kyle, esto posiciona al Reino Unido como un ‘laboratorio global’ para el desarrollo de medicamentos contra la obesidad, un sector que se anticipa que crecerá cinco veces para el año 2030.

Críticas a la propuesta

Sin embargo, la propuesta no ha estado exenta de críticas. La doctora Dolly van Tulleken, especialista en políticas de obesidad, cuestionó la viabilidad de la medida argumentando que millones de personas serían elegibles para recibir estas inyecciones, mientras que los servicios de gestión de peso solo pueden atender a unas 49,000 personas al año. Además, advirtió que este tipo de políticas han fracasado en el pasado y que se corre el riesgo de evaluar a los individuos según su ‘valor económico potencial’, dejando de lado sus necesidades de salud.

Enfoque equilibrado

Por otro lado, algunos expertos subrayan que las inyecciones no deben considerarse una solución mágica ni un reemplazo de un estilo de vida saludable. Aunque Mounjaro y Ozempic son prometedores, su uso debe ser supervisado médicamente y complementarse con cambios reales en la dieta y el ejercicio. El exministro de salud, Lord Bethell, aboga por que el NHS tome medidas concretas para enfocarse en la prevención en lugar de ‘medicalizar’ un problema que requiere cambios de comportamiento a largo plazo.

Potencial de los medicamentos

No obstante, Amanda Pritchard, directora ejecutiva del NHS, alabó el potencial de estos medicamentos, llamándolos un ‘cambio radical’ en el tratamiento de la obesidad. Pritchard enfatizó que, además de ayudar a perder peso, también podrían disminuir el riesgo de enfermedades severas como la diabetes y problemas cardiovasculares. ‘Hoy tenemos una oportunidad crucial para explorar los beneficios de las intervenciones en la gestión del peso y cómo implementarlas adecuadamente en los años venideros’, concluyó.

Conclusión

El verdadero desafío para el gobierno será equilibrar la incorporación de avances en farmacéutica y la promoción de la responsabilidad individual en relación con la salud. Como apuntó Streeting, ‘el NHS no puede cargar siempre con el coste de estilos de vida poco saludables’, lo que abre la puerta a un debate fundamental sobre la responsabilidad en la salud pública.