En un congreso donde muchos asistentes parecen clones en sus trajes ejecutivos, Steven Pinker se destaca no solo por su atuendo sino también por su notable cabello rizado y blanco, rasgo que le valió ser uno de los miembros fundadores de The Luxuriant Flowing Hair Club for Scientists. Este canadiense de 70 años, afincado en Boston, es considerado uno de los mayores expertos en psicología cognitiva y un prolífico autor con libros que se han convertido en bestsellers, tales como "Los ángeles que llevamos dentro" y "En defensa de la Ilustración".

Recientemente, Pinker ofreció la última ponencia en el foro World in Progress Barcelona, un evento organizado por el Grupo Prisa, EL PAÍS y la Cadena Ser. En su charla titulada "Progreso e Ilustración en el siglo XXI", defendió su tesis de que el mundo está experimentando un progreso tangible, desafiando la narrativa pesimista que suele dominar los medios de comunicación.

Pinker afirmó que el progreso debe medirse en términos de mejoras en el desarrollo humano, tales como la salud, la felicidad, el conocimiento y el tiempo libre. Criticó a los medios por su tendencia a enfocarse en lo negativo, alegando que "no leáis las noticias. Las cosas que ocurren son casi siempre malas", lo que contribuye a una percepción errónea del estado del mundo. El famoso meme que mostró durante su charla ilustraba esta idea al reflejar cómo los medios tienden a exacerbar el miedo entre la audiencia.

Entre sus argumentos, Pinker mencionó que a pesar de los desafíos recientes, como la situación en Gaza, la guerra en Ucrania y el aumento de las tasas de suicidio, los indicadores de progreso siguen mejorando. Por ejemplo, la esperanza de vida ha aumentado significativamente desde el siglo XVIII, así como la reducción de las tasas de homicidio en varios países, incluidos México y Estados Unidos. También señaló que, a nivel global, la pobreza extrema ha disminuido sustancialmente después de haber alcanzado cifras alarmantes en el pasado.

También destacó que, a pesar de la pandemia de COVID-19, la economía está en recuperación con el PIB alcanzando niveles históricos.

En cuanto a la libertad y los derechos humanos, Pinker subrayó que los avances son evidentes a nivel mundial. La homosexualidad está siendo despenalizada en muchas partes del mundo, los derechos de la mujer están ganando espacio y la pena de muerte se limita a pocos países. Sin embargo, advirtió que la democracia enfrenta retrocesos en ciertas naciones.

"El progreso no significa que todo irá bien para todos en todas partes. Eso no sería progreso, sino un milagro. Los problemas son inevitables", advirtió Pinker. Afirmó que el verdadero progreso se basa en la razón, la ciencia y el humanismo, y que este está amenazado por los reaccionarios, el moralismo religioso, el populismo y el nacionalismo autoritario.

Con su intervención, Pinker desea desmarcarse del estereotipo de optimista ingenuo, insistiendo en que lo más importante es examinar los datos a largo plazo y no perder de vista las injusticias.

La discusión generada por sus afirmaciones podría servir como un llamado a la reflexión: ¿Estamos realmente mejorando o simplemente aprendiendo a manejar un mundo lleno de caos? ¡Descubre más sobre sus sorprendentes puntos de vista y lo que esto significa para el futuro de la humanidad!