Un hombre de 35 años fue apuñalado mortalmente en San Blas tras una acalorada discusión que surgió por un partido de fútbol colombiano, según fuentes de Samur-Protección Civil. A su llegada al lugar, lamentablemente solo pudieron certificar el fallecimiento de la víctima.

Las autoridades apuntan que la disputa se originó entre aficionados rivales, una situación que se ha vuelto demasiado común, especialmente en un contexto donde el fútbol no solo es un deporte, sino una pasión que puede desatar violencias inesperadas. La Jefatura Superior de Policía Nacional ha manifestado que se encuentran en la búsqueda del autor del crimen y han descartado que la incidencia esté relacionada con bandas juveniles o grupos delictivos organizados.

Este incidente no es aislado. Solo días antes, el 5 de noviembre, un conflicto similar tuvo lugar en la misma zona, en el que más de diez jóvenes se vieron involucrados, resultando en uno de ellos hospitalizado por una contusión en la cabeza. Seis personas, una de ellas menor de edad, fueron arrestadas en conexión a estos altercados, aunque las autoridades aclaran que no estaban vinculados a casos de criminalidad estructurada.

La situación en San Blas es preocupante, sobre todo considerando la proximidad de un edificio de lujo que ha sido okupado desde que un empresario abandonara el lugar debido a problemas financieros. Este complejo, inaugurado en 2009 y ubicado cerca del aeropuerto de Barajas, ha visto cómo su estado ha empeorado: los residentes legítimos han sido desplazados por okupas, lo que ha originado peleas entre diferentes grupos.

Las condiciones del edificio son alarmantes, con paredes derrumbadas, mobiliario destrozado y un ambiente de deterioro que atrae aún más ocupantes de forma ilegal. Lo que debería ser un hermoso hogar ha caído en el caos y la desolación, un reflejo de cómo la crisis puede afectar incluso las zonas más privilegiadas. Esto se suma al contexto de inseguridad, donde la violencia y los conflictos derivan de pasiones que deberían unir, pero que, en vez de eso, están separando a las comunidades.