La búsqueda de Alejandro Aranda

Lasheras, un joven historiador de 30 años de Zaragoza, ha dado un giro inesperado con la incorporación de una Unidad de Drones de la Policía Nacional en Valladolid. Desde su desaparición el pasado domingo, este equipo aéreo ha sido fundamental para rastrear la capital vallisoletana desde perspectivas inéditas.

La última vez que se vio a Alejandro fue el 23 de octubre, alrededor de las 23:00 horas, en el hotel Olid, donde se alojaba mientras trabajaba como guía para un grupo del Imserso. Desde entonces, las pesquisas policiales no han tenido éxito en localizarlo, a pesar de algunos reportes de avistamientos que no han podido ser confirmados.

La Policía ha enfatizado su compromiso con la localización de Alejandro, examinando los detalles de su desaparición, incluidos sus hábitos y lugares favoritos. Sin embargo, las autoridades han hecho un llamado a la ciudadanía para que se mantengan alertas y colaboren, aportando cualquier pista que pudiera ayudar en la búsqueda. Se ha habilitado la línea de emergencias 112 y el número 091 para reportar información.

Como respuesta a esta desafiante situación, amigos de Alejandro se movilizaron rápidamente. Crearon y distribuyeron carteles informativos en diferentes puntos de Valladolid, incluyendo la copistería Gráficas Malpica, para alcanzar a más personas y reunir apoyo en esta búsqueda crucial.

Un aspecto alarmante de esta desaparición es que Alejandro, según su hermana Isabel, sufrió un «brote psicótico» el día de su desaparición, lo cual podría explicar su comportamiento inusual y su decisión de alejarse. Isabel comenta que cree que Alejandro podría estar en un lugar aislado, como un pueblo o en el campo, ya que no se siente cómodo en las ciudades.

Alejandro mide 1,88 metros, tiene cabello castaño y ojos verdes, y su familia está desesperada por encontrarlo. Si tienes alguna información, por favor contacta a los números 649 952 957 y 644 712 806, o al correo electrónico info@sosdesaparecidos.es. La comunidad de Valladolid está unida en esperanza y solidaridad, trabajando para traer de regreso a Alejandro a casa.