
Xulia Alonso: "Aquellos que se infectan de VIH hoy experimentan un autoestigma similar al de los inicios. No lo comparten."
2025-04-05
Autor: Lucia
Xulia Alonso: una vida marcada por la adicción y el VIH
Xulia Alonso, oriunda de A Rúa (Ourense), tiene 63 años y reflexiona sobre su vida marcada por la adicción a la heroína, que entró en su vida de manera insidiosa. "El consumo de drogas, no solo en los años ochenta, sino en cualquier época, comienza como un juego. Lo hacemos para divertirnos, para socializar. Pero lo que nos ocurrió fue un fenómeno histórico que tomó por sorpresa a la sociedad", dice Alonso al hablar de su obra 'Futuro imperfecto', donde narra sus experiencias sobre la adicción, el sida y la profunda pérdida de su pareja, Nico, que falleció en 1992.
Alonso escribió estos relatos para que su hija, Lucía, pudiera entender su historia y la de su familia: "Cuando falleció Nico y decidí hacer un testamento, me imaginé a Lucía creciendo sin nosotros y me di cuenta de que le estábamos dejando una herencia envenenada. Es difícil explicar cómo y por qué alguien decide convertirse en un 'monstruo' por voluntad propia, cómo se llega a ser adicto".
Su relato no solo llegó a manos de su familia, sino que el presidente de la Real Academia Galega, Víctor Freixanes, facilitó su publicación en gallego en 2010, y luego el periodista Bob Pop impulsó la traducción al español. La cineasta Carla Simón, que escribe el epílogo, ha contado con Alonso como asesora para su próxima película, 'Romería', que reconstruye la historia de sus padres, quienes también fallecieron por sida cuando ella era pequeña.
Alonso enfatiza la importancia de hablar abiertamente sobre la adicción, sin trivializar el dolor que conlleva. "Es un infierno que es difícil de imaginar si no lo has vivido. La heroína me quitaba el miedo, pero cuando pasaba el efecto, el pánico regresaba".
El legado de la epidemia del sida
En la actualidad, obras como 'It's a Sin' y libros como 'Los optimistas' de Rebecca Makkai han revivido el recuerdo del impacto del sida, y Alonso se pregunta si se está olvidando la historia: "Lo que ocurrió afectó a muchas familias. Las adicciones, las muertes por sida y la transformación de personas que eran familiares, amigos, se convirtieron en un tema tabú. El sida se vio como una enfermedad estigmatizante y su carga se trasladaba al físico, llevando a las personas a ocultar su estado. Nadie quería hablar de ello por el dolor que provocaba".
La periodista también destaca cómo las campañas de concienciación, como 'Póntelo, Pónselo' del Ministerio de Sanidad, ayudaron a visibilizar la situación. Sin embargo, a pesar de que la visibilidad ha mejorado, el estigma sigue presente. "El estigma social se ha reducido, pero persiste. Aquellos que hoy se infectan sienten una reacción similar a la que tuvimos al principio de la pandemia: miedo, vergüenza, y tienden a no compartirlo. Esto crea un autoestigma que agrava su sufrimiento", agrega Alonso.
La situación actual del VIH
Según los últimos datos de Onusida 2023, cerca de 40 millones de personas viven con VIH en el mundo, de las cuales 1,3 millones se infectaron en el último año. Alonso señala que, aunque hay medicamentos efectivos, su acceso y seguimiento es dispar en diferentes países. Recuerda cómo al inicio de su tratamiento, un antirretroviral costaba 85.000 pesetas y la importancia de una sanidad pública que garantice el acceso a todos. "Pasé años sintiéndome protegida en las consultas, pero afuera el mundo era hostil. Ahora tengo una nieta de cuatro años y un nieto en camino, y aprecio la sociedad en la que vivo", concluye Xulia, recordándonos que el VIH y la heroína siguen presentes en nuestras vidas.