El Ministerio de Defensa de Rusia ha confirmado un hecho sin precedentes: Ucrania ha llevado a cabo su primer ataque utilizando misiles balísticos de largo alcance ATACMS, fabricados en Estados Unidos, contra una instalación militar en territorio ruso.

Según los informes de guerra emitidos por agencias locales, el ataque se produjo en la madrugada del martes, cuando cinco misiles fueron interceptados por las defensas antiaéreas rusas, pero un sexto logró impactar en una instalación militar en la región de Briansk. Sin embargo, no se reportaron daños ni causó heridos. El comunicado del ministerio señalaba que, como resultado del ataque, se produjo un incendio que fue extinguido rápidamente.

"Este ataque ocurrió a las 03:25 hora local, y según datos confirmados, los misiles utilizados fueron de tipo ATACMS," destacó la nota oficial compartida en Telegram. Las sofisticadas defensas aéreas S-400 y Pantsir lograron derribar los cinco misiles restantes, según el parte militar.

Interesantemente, el diario digital de Kiev RBK también había reportado este ataque previamente, citando a fuentes militares ucranianas que afirmaron: "Por primera vez hemos utilizado misiles balísticos ATACMS para golpear territorio ruso". Una fuente adicional indicó que el objetivo había sido alcanzado con éxito, sugiriendo un importante avance en la capacidad militar de Ucrania.

André Kovalenko, miembro del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania, reveló que el arsenal en Briansk que fue atacado albergaba municiones de artillería, bombas guiadas, misiles antiaéreos y cohetes, lo que muestra la relevancia estratégica de este punto para el ejército ruso.

La escalada en el uso de misiles de largo alcance ha suscitado crecientes temores de que el conflicto se intensifique. Desde hace meses, Ucrania había estado abogando por la autorización para atacar objetivos militares en territorio ruso con armamento occidental. Sin embargo, sus aliados se mostraron reticentes ante la posibilidad de que cualquier acción provocara una respuesta contundente de Moscú, quien ha advertido que consideraría tales ataques como un involucramiento de la OTAN en la guerra.

No obstante, fuentes de medios estadounidenses han revelado que el presidente de EE. UU., Joe Biden, ha dado luz verde a Ucrania para llevar a cabo ofensivas con misiles de largo alcance, con la condición de que estas se concentren únicamente en la región fronteriza de Kursk, donde tropas ucranianas están posicionadas desde agosto, y donde se han avistado miles de soldados norcoreanos.

Este ataque marca un punto crucial en el conflicto, lo que podría significar un cambio en la dinámica de la guerra en curso. Mientras el mundo observa atentamente, la pregunta que queda en el aire es: ¿Cómo responderá Rusia a este desafío sin precedentes?