Introducción

Un segundo hombre ha perdido la vida en Australia a consecuencia de la encefalitis japonesa, lo que ha encendido las alarmas sobre la propagación de este virus en el país. El pasado 6 de marzo, las autoridades sanitarias de Nueva Gales del Sur confirmaron la muerte de un hombre de alrededor de 70 años, quien se había infectado durante sus vacaciones en la región de Murrumbidgee. Este trágico evento se produce tras otro de naturaleza similar ocurrido el mes anterior en Sídney, donde también falleció un hombre de la misma edad tras visitar la misma área.

Sobre la encefalitis japonesa

La encefalitis japonesa es una enfermedad viral grave que se transmite principalmente a través de mosquitos. En las últimas semanas, se ha detectado el virus en varios lugares de Australia, generando una creciente preocupación en la comunidad y entre los expertos en salud pública. Los primeros indicios del virus fueron hallados en mosquitos en los suburbios orientales de Brisbane, Queensland, lo que lleva a las autoridades a insistir en la importancia de protegerse de las picaduras, especialmente después de las intensas lluvias provocadas por el ex ciclón tropical Alfred.

Estadísticas y síntomas

Con aproximadamente 68,000 casos anuales en Asia y la región del Pacífico Occidental, la infección, aunque rara en humanos, es considerada una de las más graves transmitidas por mosquitos en esas áreas. Los mosquitos se infectan al alimentarse de aves acuáticas portadoras del virus, y a su vez, pueden transmitirlo a otros animales y a los humanos. Aunque los cerdos también pueden ser huéspedes del virus, no representa un riesgo para la seguridad alimentaria.

Síntomas y tratamiento

Los síntomas de la enfermedad incluyen fiebre, dolor de cabeza, rigidez en el cuello, desorientación, y en los casos más severos, convulsiones. A pesar de que la mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas, aquellos que lo hacen pueden enfrentar daños neurológicos permanentes o incluso la muerte. Actualmente, no existe un tratamiento específico para la encefalitis japonesa, lo cual hace que la prevención y la detección temprana sean cruciales.

Historia del virus en Australia

Históricamente, el virus ha sido detectado en varias regiones de Australia, y su última expansión fue durante el verano de 2021-22, cuando se reportaron casos en granjas porcinas comerciales del sureste del país. Las autoridades declararon un Incidente de Enfermedad Transmisible de Importancia Nacional en respuesta a las condiciones propicias para el virus, exacerbadas por inundaciones y el aumento de la población de mosquitos y aves acuáticas debido al fenómeno climático de La Niña.

Propagación actual

A pesar de que se creía que los brotes serían más frecuentes después de temporadas de lluvias, la propagación del virus para el verano de 2024-25 ha resultado ser más activa de lo esperado, afectando a diversas regiones de Victoria, Nueva Gales del Sur y Queensland, incluso en áreas que antes se consideraban relativamente secas. En un giro inesperado, las autoridades de salud en las regiones costeras del sureste de Queensland, donde el virus no había sido detectado previamente, ahora deben ajustar su enfoque de vigilancia tras la confirmación de casos en los suburbios de Brisbane. Este nuevo hallazgo contradice las creencias de que el virus se propagaría principalmente en áreas del interior.

Consejos de prevención

Para reducir el riesgo de infección, se aconseja a la población usar ropa de manga larga, aplicar repelente de insectos y mantener las mosquiteras en buen estado en los hogares y campamentos. Es crucial también eliminar el agua estancada en los patios, que constituye un hábitat ideal para la reproducción de los mosquitos.

Vacunación

En cuanto a la vacunación, se ha recordado que existe una vacuna segura y eficaz contra la encefalitis japonesa. Las autoridades sanitarias de Queensland, Nueva Gales del Sur y Victoria ofrecen orientación sobre cómo acceder a la vacunación, que requiere varias semanas para alcanzar una protección completa después de la administración.

Investigación y conclusión

Los científicos continúan investigando cómo el virus ha llegado a nuevas regiones y cómo se propaga en diferentes condiciones climáticas. A pesar de los esfuerzos en control y prevención, la amenaza persiste, y se espera que las autoridades sigan ampliando los programas de monitoreo y vigilancia en todo el país para salvaguardar la salud pública. Con la llegada de la temporada de lluvias, la población debe mantenerse alerta y tomar las medidas necesarias. ¡No bajes la guardia, protege tu salud y la de los tuyos!