Carlos III, a sus 76 años, se enfrenta a Serias dificultades de salud. Desde que le diagnosticaron cáncer, el rey del Reino Unido ha demostrado un fuerte espíritu, pero los signos de su lucha son evidentes. Sus manos, piel y rostro revelan que está batallando con los efectos de su enfermedad. A pesar de sus esfuerzos por cumplir con sus deberes en cada evento real, el pasado jueves se vio obligado a descansar debido a los efectos secundarios del tratamiento que recibe.

Ese mismo día, el Palacio de Buckingham comunicó que el rey necesitaba ser hospitalizado en la London Clinic, el mismo centro donde recibió tratamiento el año pasado. Afortunadamente, después de unas horas en observación, se le permitió regresar a su residencia en Clarence House. Desde allí, envió un mensaje de apoyo a las víctimas del devastador terremoto en Myanmar.

La preocupación por su salud ha llevado a un experto real a sugerir que Carlos III debería tomarse un tiempo para relajarse y reducir sus actividades. Phil Dampier, quien ha seguido de cerca la vida de la familia real, afirmó en 'The Sun': "El rey siempre ha trabajado con gran dedicación, famoso por quedarse despierto hasta tarde. Sin embargo, debe hacer de su salud una prioridad y disminuir su carga de trabajo. La reina ha mencionado que él tiene problemas para lograrlo, y ella podría ser la única voz a la que escuche."

Esta situación representa una oportunidad para que otros miembros de la familia real británica asuman un papel más destacado. Dampier señala que el príncipe Guillermo ha estado tomando protagonismo, y que Kate, aunque se está recuperando de su propio tratamiento contra el cáncer, también ha tenido un papel relevante. Además, la duquesa de Edimburgo ha brillado en sus recientes compromisos, tanto en el Reino Unido como en el extranjero. 'Ella es la persona adecuada para asumir más responsabilidades, especialmente en este momento crítico para Carlos', dijo Dampier.

El analista Ingrid Seward, editora de una publicación especializada en la familia real, también destacó que Carlos es un rey que siente el peso del mundo sobre sus hombros. "Está constantemente preocupado y puede que trabaje en exceso, lo que puede afectarle. recibir tratamiento contra el cáncer es un gran desafío, y con sus responsabilidades reales, es natural que eso le cause estrés". La continua carga de compromisos y la correspondencia gubernamental tampoco le permiten descansar adecuadamente. 'Carlos debería contemplar una reducción en su carga de trabajo y permitir que Sofía, junto a otros jóvenes miembros de la familia, le ayuden', sugirió.

En los días previos a su hospitalización, el rey había participado en 18 eventos en solo diez días, incluyendo un viaje de tres días a Irlanda del Norte y una recepción en el Palacio de Buckingham con 400 invitados. A pesar de su estado de salud, ha mantenido un calendario severo, lo que plantea serias dudas: ¿Debería el rey considerar un cambio en su enfoque para garantizar su bienestar? Con rumores sobre la salud del monarca circulando, los expertos sugieren que una pausa podría ser necesaria para preservar su legado y bienestar.