Carlos Hidalgo

Madrid

Un oscuro secreto ha sido destapado en el colegio Highlands El Encinar, ubicado cerca de La Moraleja, Madrid. El capellán del centro, el padre Marcelino A. N., de 57 años, ha sido denunciado por presuntos abusos sexuales en grupo a siete niñas, según informes obtenidos por la Policía Nacional. Los hechos habrían ocurrido en el recinto escolar y han causado una ola de indignación entre los padres de los alumnos.

Los testimonios de varias niñas, con edades que rondan los seis años, coinciden en que el padre Marcelino empleaba un objeto, descrito como un termómetro, para realizar juegos de contenido sexual. Este alarmante descubrimiento llevó a un padre con hijos en el colegio a contactar con la Unidad de Atención a la Familia y a la Mujer de Madrid (UFAM), donde compartió que su hijo de ocho años presenció cómo el capellán llevaba a cabo lo que llamaba un 'experimento' con sus compañeras.

A raíz de este escándalo, el director del centro, Jesús María Delgado, ya ha presentado su dimisión, aunque se sabía que sería destituido en breve debido a su inacción ante las quejas recibidas sobre el padre Marcelino. Este sacerdote ha estado bajo sospecha durante más de una década, sin que se hubieran tomado medidas efectivas en su contra.

Además de ser secretario del fundador de Regnum Christi, Marcial Maciel, el capellán está ahora enfrentando cinco cargos por delitos sexuales contra menores, lo que podría conllevarle una condena de hasta 60 años de prisión. El escándalo se agrava al saberse que la orden religiosa ya reconoció al menos 60 casos de abusos sexuales relacionados con Maciel, quien falleció en 2008.

En los días siguientes a las acusaciones, se realizarán nuevas declaraciones ante el juzgado, incluyendo la de dos profesoras que, según se informa, no tomaron en serio los relatos de las menores. Las cámaras de seguridad del colegio también están siendo analizadas por las autoridades, y se ha confirmado que captaron al padre Marcelino en situaciones sospechosas, sin supervisión de adultos.

El impacto psicológico en las víctimas es palpable. Una pequeña, que ha estado en El Encinar desde los años de guardería, ha mostrado un cambio drástico en su comportamiento. Sus padres la han observado más irritable y ansiosa, sufriendo episodios de pesadillas relacionados con los supuestos abusos. En una grabación realizada por sus progenitores, la niña reveló que el capellán les decía que lo que hacían eran "secretos y juegos", algo que comparte con otras niñas que habían sido testigos de situaciones similares.

La comunidad educativa ahora se encuentra en el ojo del huracán, y los padres exigen respuestas. Este caso ha generado un debate amplio sobre la protección de los menores en instituciones educativas religiosas, llevando a algunos a considerar sacar a sus hijos del colegio. La pregunta que todos se hacen es: ¿cómo pudo ocurrir esto sin que nadie se diera cuenta? Las autoridades están en plena investigación, y se esperan más revelaciones en las próximas semanas.