«Aprendimos mucho de la pandemia, pero nunca estaremos completamente preparados», afirma María José Villanueva, actual directora médica del HUCA, quien desempeñó un papel crucial en el rastreo de contagios durante la crisis sanitaria. La doctora, con experiencia en la elaboración de planes de emergencia extrahospitalarios, destaca que ahora tenemos un modelo organizativo que puede servir como referencia en caso de futuras crisis. «Contamos con un mecanismo efectivo para identificar brotes y aislar casos, así como con un potente sistema de información y registro», subraya.

Villanueva insiste en la importancia de aprender de lo vivido, a pesar de que ya han pasado cinco años desde el confinamiento. Destaca la necesidad de «mejorar la coordinación, aumentar la concienciación y fortalecer el sistema de Salud Pública», un argumento con el que también coincide Rafael Cofiño, exdirector de Salud Pública y actual diputado de Sumar. Cofiño, con 25 años de trayectoria en este campo, recalca que «sin un refuerzo en presupuesto y personal, enfrentaremos serios problemas ante futuras emergencias epidemiológicas».

El exdirector enfatiza que, aunque se establecieron espacios de coordinación entre diferentes Consejerías y se agilizaron procedimientos durante la pandemia, es crucial reconocer y mejorar las condiciones laborales del personal de salud pública. «No podemos afrontar otra pandemia con solo cuatro o cinco personas en el servicio de vigilancia epidemiológica», enfatiza.

Además, Cofiño sugiere que los protocolos de actuación deben revisarse regularmente para adaptarse a posibles crisis. Pedro Arcos, epidemiólogo de la Universidad de Oviedo, advierte que deben realizarse simulacros de emergencia, tal como hacen los Bomberos, para estar preparados ante lo inesperado. «¿Cómo podemos saber qué mejorar si no ensayamos», pregunta Arcos.

El epidemiólogo también hace hincapié en la necesidad de asignar más recursos a la Salud Pública y al Servicio de Vigilancia Epidemiológica, argumentando que «una pandemia no se controla solo con centros de salud y hospitales». Además, resalta la importancia de mantener un stock adecuado de suministros médicos esenciales y de contar con una legislación efectiva para emergencias.

Santiago Melón, jefe de Virología del HUCA, añade que es fundamental contar con expertos y confiar en la Ciencia. A su juicio, aunque se trabajó de manera eficiente durante la pandemia, con más de 105.600 pruebas PCR realizadas en un mes, es vital seguir fortaleciendo la capacidad de diagnóstico y la colaboración entre laboratorios y clínicos.

En conclusión, el mensaje es claro: para enfrentar futuras pandemias, el fortalecimiento de la Salud Pública no es una opción, es una necesidad urgente. Prepararnos de manera efectiva podría marcar la diferencia entre el caos y una respuesta eficiente ante la siguiente crisis sanitaria.