En un giro inesperado, el Ministerio de Transportes, Renfe y Adif, junto con representantes de la Generalitat de Catalunya, han llegado a un acuerdo emocionante que ha llevado a la desconvocatoria de la huelga programada para la medianoche del lunes 17 de marzo. Este acuerdo fue confirmado por varias fuentes, incluyendo EFE y elDiario.es, apenas cuatro horas antes del inicio de las siete jornadas de protestas que amenazaban los servicios de Renfe y Adif.

El acuerdo establece que el servicio de Rodalies permanecerá bajo el grupo Renfe, contrariamente a lo estipulado en un pacto anterior firmado por Esquerra Republicana (ERC) en noviembre de 2023, que permitía el traspaso a la Generalitat. La nueva disposición incluye la creación de una empresa mixta para operar la red de cercanías, pero la mayoría accionarial será del Estado, lo que garantiza que los trabajadores mantendrán su derecho a la movilidad territorial como empleados del grupo Renfe.

Este cambio es crucial para evitar la subrogación de trabajadores a una nueva empresa que se crearía, lo que podría haber perjudicado sus derechos laborales. Ahora, la red de Rodalies experimentará un cambio de marca más que un cambio de operador, con la participación de la Generalitat en uno de los sectores de Renfe, aunque aún con una participación minoritaria.

ERC ha acordado temporalmente que Rodalies siga bajo el grupo Renfe para satisfacer a los trabajadores, manteniendo así su anhelo de crear una empresa 100% catalana. En un comunicado conjunto, el Ministerio de Transportes y los sindicatos, excluyendo al CGT, han señalado que la serie de acuerdos alcanzados han permitido evitar la huelga.

El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha expresado su satisfacción y felicidades a los equipos negociadores por alcanzar este acuerdo que permite que el servicio ferroviario opere casi con normalidad, evitando la cancelación de miles de trenes que habrían paralizado el servicio.

El sindicato CGT, sin embargo, ha expresó enérgicamente en redes sociales su rechazo al acuerdo, asegurando: '¡No nos vendemos!'. Este desacuerdo resalta la tensión persistente entre los sindicatos y la administración sobre el futuro del transporte ferroviario en Catalunya.

Las huelgas originalmente convocadas, que amenazaban con cancelar cerca de 1,400 trenes, han puesto de relieve las quejas sobre el incumplimiento de acuerdos anteriores relacionados con el traspaso de Rodalies a la Generalitat y la gestión de Renfe Mercancías. Estas movilizaciones reflejan las profundas preocupaciones sobre futuros cambios en la infraestructura ferroviaria, que podrían abrir la puerta a una privatización encubierta.

Con el telón de fondo de una política de transporte en constante cambio, los próximos pasos serán cruciales para determinar el verdadero impacto de este acuerdo en los derechos de los trabajadores y en la gestión del servicio ferroviario en Catalunya. La batalla aún no ha terminado, ya que los sindicatos continúan presionando por un panorama más favorable para los empleados del sector.