El ejército israelí ha llevado a cabo un ataque sin precedentes contra el cuartel de los cascos azules en Líbano, resultando en heridas para dos soldados. Durante las últimas 24 horas, las fuerzas israelíes han disparado múltiples veces en el sur del país, donde un proyectil de tanque impactó directamente en una torre de observación de la misión. Este ataque representa una clara escalada en las tensiones en la región, que ya se encuentran al borde de un conflicto a gran escala.

Los dos soldados heridos pertenecen a la misión de la ONU (UNIFIL) y, aunque las lesiones no son graves, han sido hospitalizados como medida de precaución, según declaraciones oficiales. Estos incidentes se producen en un contexto donde la presencia de fuerzas de paz es crucial para mantener la estabilidad. España, que lidera una de las secciones de UNIFIL, ha expresado su enérgica condena a este ataque, subrayando que atentar contra misiones de mantenimiento de la paz es una "gravísima violación" del derecho internacional.

El ataque más severo tuvo lugar en la mañana de hoy, cuando un tanque Merkava israelí disparó contra la torre de vigilancia en el cuartel general ubicado en Naqura, justo en la frontera con Israel. Este lugar es vital para supervisar el cumplimiento de la resolución de la ONU que puso fin a la guerra de 2006 entre Israel y Hezbollah. Sin embargo, la situación se ha vuelto aún más preocupante tras los informes de que las fuerzas israelíes han entrado en el sur de Líbano esta semana, intensificando el riesgo de un conflicto abierto.

Además, se han reportado otros incidentes, incluido un ataque a una posición en Laboune, donde los disparos alcanzaron la entrada de un búnker en el que se resguardaban los soldados de la ONU, dañando vehículos y equipos de comunicación. La misión de paz ha denunciado que un dron israelí voló sobre su posición, lo que genera aún más inquietud sobre la seguridad de los cascos azules.

Las fuerzas de paz de UNIFIL están en Líbano para apoyar el retorno a la estabilidad y prevenir conflictos, pero las acciones recientes de Israel ponen en peligro su misión. En este contexto, el gobierno italiano también ha reaccionado, convocando al embajador israelí y condenando los ataques a las instalaciones de UNIFIL donde se encuentran sus tropas.

A medida que la violencia aumenta, el ejército israelí continúa justificando sus acciones en la frontera, alegando que su incursión es necesaria para desactivar amenazas de grupos militantes como Hezbollah, que se ha fortalecido en la región. El Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha declarado que el objetivo de la operación es garantizar la seguridad de la población israelí y permitir el regreso seguro a sus hogares de los evacuados.

Mientras tanto, la situación en Gaza sigue deteriorándose, con un incremento alarmante en el número de muertos que ya supera los 42,000. Este contexto de hostilidades genera una creciente preocupación internacional sobre las consecuencias de estos ataques sobre la estabilidad regional y la seguridad de los civiles en ambas partes.