La guerra comercial desatada por la administración de Donald Trump promete tener consecuencias devastadoras para la economía vasca. Euskadi, que anualmente exporta unos impresionantes 2000 millones de euros a Estados Unidos, un mercado crucial que representa el 6,4 % de sus ventas al exterior, se enfrenta a un futuro incierto. Las primeras estimaciones del Gobierno Vasco prevén un aumento de costos que podría superar los 400 millones de euros para las empresas afectadas.

Entre los sectores que sufrirán el impacto más grave se encuentran la automoción, la máquina-herramienta, la industria alimentaria (destacando el vino y el txakoli) y el acero. Este último, que ya ha sentido los efectos de las tarifas impuestas a países asiáticos, ahora se enfrenta a un arancel del 25 % en sus exportaciones a Estados Unidos, lo que podría resultar desastrozo para muchas empresas locales.

La situación en la automoción es alarmante: en 2023, Euskadi exportó vehículos y componentes por valor de 61,1 millones de euros al mercado estadounidense. El vino vasco, un emblema de la región, se encuentra en una posición igualmente difícil, ya que EE. UU. es su principal destino en ingresos y el segundo en volumen, con exportaciones que alcanzan los 36,4 millones de euros. Este panorama pone en riesgo no solo la producción local, sino también miles de puestos de trabajo, lo que agrava la situación económica en la comunidad.

Los expertos advierten que si estas tensiones comerciales continúan, las repercusiones podrían extenderse a otros sectores, afectando la inversión y la estabilidad económica a largo plazo. ¡El futuro de Euskadi está en juego! Es imprescindible que se tomen medidas para mitigar este impacto antes de que sea demasiado tarde.