"No volveremos a jugar un partido con menos de 72 horas de descanso". Esta contundente declaración de Carlo Ancelotti tras el partido ante el Villarreal ha causado un gran revuelo en el mundo del fútbol, y la respuesta de Manuel Pellegrini refleja el serio problemón que enfrenta el Real Betis esta temporada.

La situación es crítica. Javier Tebas, presidente de LaLiga, reveló que había sugerido al Real Madrid cambiar su partido contra el Leganés a las 16:15 para dar más tiempo de descanso a sus jugadores antes del encuentro de Copa del Rey contra la Real Sociedad. Sin embargo, esta propuesta fue rechazada por el club merengue, que priorizó el descanso de sus internacionales. Este tipo de decisiones plantean serios problemas para otros equipos que tienen que jugar con menos tiempo de recuperación.

Pellegrini no es ajeno a esta problemática y sabe muy bien por qué su equipo es el más afectado. De hecho, el Real Betis ha jugado en 13 de los 44 partidos disputados esta temporada sin cumplir el mínimo de 72 horas de descanso entre dos partidos consecutivos. Esto equivale a que casi uno de cada tres partidos ha sido un verdadero desafío físico para los jugadores verdiblancos.

Tomando como ejemplo su último encuentro, el Betis se enfrentó al Vitória Guimarães en la Conference League un jueves a las 21:00 y apenas 65 horas después se vio obligado a jugar contra el Leganés el domingo a las 14:00. Esta programación es simplemente insostenible y perjudica el rendimiento del equipo.

Otros clubes, como la Real Sociedad y el Athletic, también se ven afectados, pero el Betis lidera este preocupante ranking. La imposibilidad de tener el descanso adecuado afecta el rendimiento en LaLiga, dificultando la competitividad en un torneo donde cada punto cuenta.

Por su parte, el Atlético de Madrid se encuentra en una situación similar, con seis partidos programados en circunstancias desfavorables. El Real Madrid, aunque ha lidiado con la presión del calendario, ha tenido algo más de suerte con su programación y ha logrado un mínimo de descanso en varias ocasiones.

Ahora más que nunca, Pellegrini y su equipo necesitan un cambio urgente en la planificación de los partidos. La salud y el rendimiento de los jugadores están en juego, y la presión para mantener un alto nivel de competencia es abrumadora. ¿Hasta cuándo podrá resistir el Betis ante un calendario que parece ir contra él? La afición espera respuestas y soluciones. El tiempo corre y la temporada avanza.